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• Una amiga me pregunta si la escuela en la que estuvimos ha cambiado.

• Yo pienso que las cosas cambian por naturaleza y que es normal que el alumnado no me parezca interesante o que no me identifique con ninguno de ellos. Más que pensar en el cambio de la escuela pienso en mis compañeros y en sus relaciones conmigo.

• Circunstancias. Llegué tarde a la generación y lo primero que me pasa es una tragedia: se muere mi mamá. Hubo situaciones intensas que estrecharon lazos y alargaron distancias.

• A pesar de haber convivido tanto con ellos creo no dejé huella en ningún lugar, creo que siguen siendo iguales. Creo que aún consideran que estudiar artes es una pérdida de tiempo mientras que medicina es la única carrera que vale la pena (gosh, que estigma).

• Tal vez el problema está en mí, ¿por qué considero que estudiar artes en Guadalajara es un reto? Digo, observen el panorama: Hoy compramos una revista de supuesto trabajo estudiantil llena de obra darkie e insulsa, oh my goth.

• Sin embargo hay cosas que valen la pena, tenemos esos maravillosos libros de estampas de los que habla una maestra y hay clases lindas... en serio, Historia de las Culturas me motiva y tambien lo hace Realidad y Representación, en serio... Escribo todo ésto para convencerme.

• Otra amiga se quiere ir de la ciudad. Yo debería de regresar? Qué me espera en mi ciudad? Qué me espera en otras partes? La verdad tengo que quedarme aquí, será lo mejor. Sí, debo convencerme.