Respirar.

Desde hace varios días he pensado en los olores y en mi incapacidad de distinguirlos.

No sé si fue después de que falleció mi madre cuando desapareció mi olfato.

Simplemente no podía oler con claridad, como si una gran nube de polvo se hubiera interpuesto entre lo repugnante o lo floral y mi nariz. Aún algunos amigos me dicen que puede ser una enfermedad. Pero no he intentado siquiera recuperar por otros medios este sentido.

A. comentó el otro día sobre su madre, sobre como llega imprevista y deja un aroma en tí. Así sin aclaraciones, ni preguntas.

Creo que me haré lo mismo, creo que volveré a respirar con atención.