A.

Ayer hubiera sido el cumpleaños número 50 de mi madre.

Pensé que sería un mal día pero estuvo bastante bien, tuve clases tranquilas y buenas noticias.

La tarde siempre es un alivio. Es un alivio regresar.

En las vacaciones iré a Lerma, aún no he avisado, tengo algo de miedo.

Mi familia siempre fue muy predecible, pero después de tantas muertes la gente pierde el espíritu, y empiezan a comportarse extraños con quienes ya conocen.

Hoy limpiaré la casa para que no se acumule mucho polvo mientras no estoy. Aún no me decido a tomar la escoba. Creo que me agrada ver el polvo acumulado.

Todo mi proyecto sigue pendiente. Espero lograr hacer algo durante estas dos semanas.

La letra A de mi teclado ha dejado de funcionar, es la letra con la cual comienza mi nombre.