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Estoy solo en casa durante unos días. Es una sensación extraña y parecida a la de Harry Potter en vacaciones, en cierto modo todas las expectativas terminarán con mi cumpleaños. He pedido comida. No tengo ganas de cocinar, ni de limpiar, mi ropa lleva 8 horas esperando en la lavadora para ser tendida. No sé que me espera en casa. No quiero dramatizarlo, vienen cosas buenas, viene una exposición individual y una colectiva. Tengo que tomar muchas fotos y manufacturar unas piezas. Está en mí, esta extraña sensación, de querer hacer cosas que todavía no existen, tal vez son las consecuencias posteriores al exceso de trabajo. Viene un nuevo semestre y se irán unos amigos. Tal vez a lo único a lo que le tengo miedo es al futuro. Si, y a perder el tiempo.